Este puente se encuentra en la parte central de una zona de mayor interés en mi maqueta Katzenburg (Marklin HO, 1:87). Esta sección de unos cuatro metros de longitud representa un área rural cuyo propósito es dar la impresión de que los trenes transitan desde un punto A a un punto B, y que el trayecto entre esos dos puntos es largo, dando así un toque de realismo al concepto que presenta la maqueta. Entre dos bocas de túnel a cada extremo hay 270 metros a escala de vía visible. La profundidad del paisaje desde el borde del bastidor al lado del pasillo hasta el fondo escénico ("backdrop") es de 50 cm. Aparte del puente y las bocas de túnel la única otra edificación en esa zona es una cervecería, la cual es tratada en otro artículo, pues su construcción es interesante ya que se hizo con partes modificadas de varios kits de modelos distintos ("kitbashing") y de materiales para construcción libre de modelos ("scratchbuilding"). Siendo así, y considerando que tanto Ia cervecería y puente son puntos focales de interés para el espectador, es de rigor que ambos requieran considerable atención en su detallado.
Durante varios años el paisaje de ese área estuvo sin terminarse. Originalmente se había instalado ahí un puente de plástico marca Kibri representando dos puentes de vigas de acero, con un pilar central de la marca Chooch Enterprises hecho en resina, representando una construcción de piedra y concreto, el cual había recibido de mi parte un cuidadoso trabajo de pintura para lucir lo más real posible.
Mas desde el momento de ser instalados noté que la armazón lateral y superior de los puentes interfería con una mejor vista de los trenes, en otras palabras, los escondían parcialmente, y lo que quiero es ver los trenes (suficiente con los túneles para esconderlos).
Me aboqué a la búsqueda de un substituto, un puente de piedra con un mínimo de barandales. Ninguno de los productos ofrecidos por fabricantes europeos me satisfacía: eran de plástico, y por más que uno se esmere en darle un aspecto de piedra al plástico mediante un trabajo de pintura meticuloso, no existe mejor material para simular piedra que otro que no sea otra piedra, en este caso el yeso. Finalmente me decidí por este puente fabricado por el fabricante A.I.M. ("Adventures in Miniature") de yeso de alta densidad, correspondiente al artículo #110-926 en Walthers, el cual a la hora de escribir esto se encuentra agotado. A.I.M. ha sido recientemente adquirido por Monroe Models de St. Cloud, Minnesota, USA, y ofrece una interesante línea de productos de yeso como portales de túnel, muros de contención, pilares para puentes y polvos para envejecimiento/ensuciado ("weathering") de modelos.
El puente es de 18.5 pulgadas de largo. El cuerpo principal viene en dos mitades, al igual que el pilar central. Vienen además los bastiones de los extremos, y cuatro piezas para muros de contención para la instalación opcional contiguo a las bastiones, que en mi caso opté por no usar (pueden servir para otro proyecto). En la foto se ven a la derecha abajo las mitades del pilar y arriba los partes que representan las partes visibles de los bastiones.
Por tratarse de un modelo cuya manufactura es un proceso artesanal y manual, estas piezas traen ciertas imperfecciones, por lo cual, y en especial con las mitades del cuerpo principal y el pilar, es necesario lijarlas (con lija #100 a #150 para madera) para emparejar las superficies que se deben pegar entre sí. Artesanal en modelismo significa que el modelo es de alta calidad, manufacturado a mano, requiriendo para su ensamblaje por parte del modelista un considerable trabajo, así como materiales extra no suplidos con el modelo y herramientas varias.
Una vez lijadas, las mitades se pegan con cola de carpintería (PVA), para lo cual es recomendable humedecer previamente con una esponja o servilleta las superficies a pegar.
Usar prensas y ligas de hule para hacer presión durante el secado del PVA. Notar en las fotos que donde las prensas hacen contacto con la superficie detallada del modelo, hay que colocar algo para amortiguar el roce de éstas y no dañar el detalle moldeado, siendo que usé lo que tenía a mano: servilletas de papel dobladas. El cuerpo principal del puente se colocó con sus bordes superiores viendo hacia abajo sobre un rectángulo de vidrio para garantizar que esos bordes, en realidad muros de poco altura, quedaran nivelados (un rectángulo de vidrio es una herramienta esencial que todo modelista debe tener). Ver además que el calce de las piezas no es perfecto, lo cual es lo normal en este tipo de modelo artesanal, quedando entre las piezas una rendija muy notoria. Esto se soluciona rellenando la rendija con yeso. Para eso usé yeso blanco de grado odontológico que compré en una tienda de suministros para dentisteria.
Este yeso de grado odontológico es superior al que normalmente se obtiene en ferreterías y tiendas de materiales para construcción ("Plaster of Paris"), pues su tiempo de endurecimiento es de unos 15-20 minutos dando así suficiente tiempo para aplicarlo con calma y esmero. Además la reacción con el agua no produce mucho calor. La aplicación del yeso se hizo con un par de espátulas: una de plástico para ponerlo en las rendijas, y otra de metal un poco más pequeña y con forma de cuchara de albañil para emparejar. Un poco de dedo también ayuda, sobre todo para evitar que el yeso éste cubra demasiado las superficies detalladas adyacentes. Estos tipos de espátulas se pueden conseguir en tiendas de suministros para arte.
Es inevitable que al ser rellenadas las rendijas y otras imperfecciones se pierda algo del detalle moldeado originalmente, además que el rellenado en si carece de este detalle. Procede entonces esculpir nuevamente el detalle donde haga falta, para lo cual se usó una cuchilla #11, y una regla de metal como guía para mantener la línea con el detalle original de las piedras (otras dos herramientas esenciales para el modelista). Con el filo de la cuchilla #11 primero se marcan las líneas para esbozar los contornos de las piedras.
Luego con la punta arrastrada de medio lado o por el lado sin filo, se esculpen los surcos entre las piedras. Para la primera operación de esbozo de contornos, es preferible una cuchilla nueva, con buen filo, pues lo que se quiere es hacer unas líneas delgadas en la forma más liviana posible y con un solo trazo. Para la segunda operación de esculpido, es mejor una cuchilla usada y con poco filo, para labrar los surcos con más suavidad y en varios trazos. En la foto de la página 4 se ve donde se está realizando la primera operación de trazado de las líneas en la parte inferior de uno de los arcos, y se puede observar que la segunda operación de esculpido ya ha sido realizada en el otro arco. Luego se procede a emparejar con lija las superficies no detalladas que están adyacentes a la rendija que se rellenó con yeso. Esto se debe hacer con la lija puesta alrededor de un bloque plano para asegurar un contorno recto y nivelado. En la foto a la izquierda se ve que estoy cometiendo un error garrafal que se debe evitar a toda costa: se me olvidó proteger con cinta de enmascarar el detalle de piedra moldeado en las partes internas de los muros que flanquean la parte superior del puente, y cuando me percaté ya había obliterado ese detalle. Ese error hubo que corregirlo esculpiendo el detalle de los surcos entre las piedras con la cuchilla #11.
Como se habrá notado, lo único que se ha ensamblado hasta el momento es el cuerpo del puente y el pilar central. Estos serán unidos y pegados posteriormente, una vez pintados, cuando se haga la instalación final.
El primer paso de pintura es aplicar un color de concreto, que será el color base del mortero que cementa las piedras entre sí. La aplicación se puede hacer con pincel, preferiblemente en dos manos livianas y delgadas para no disminuir los contornos del detalle moldeado de origen o que fue esculpido por el modelista. La pintura recomendada es acrílica líquida, que en este caso ha sido de la marca "Americana". A los amigos y colegas en España les recomiendo usar "Acrylicos Vallejo", una magnífica marca catalana, para todos sus modelos sin importar el material del que estén hechos).
Luego con la técnica del pincel seco se empieza a aplicar el color de la piedra (color a gusto del modelista), el cual puede ser uno o más pues las
piedras normalmente no son monocromáticas. Esto se hace con un pincel plano y moderadamente ancho como el de la primera foto de la siguiente serie. El
pincel se unta ligeramente con la pintura, se limpia arrastrándolo por los dos lados planos sobre servilleta de papel para eliminar el exceso de pintura
(ver la foto de la izquierda) de forma tal que el pincel quede relativamente seco de pintura, untado de ésta pero sin que corra o gotee. EI pincel entonces
se pasa de forma tal que las cerdas queden lo más horizontales que sea posible sobre la superficie del modelo, para que la pintura quede sobre las piedras y
no caiga en los surcos que representan el mortero. Se van haciendo múltiples pasadas para ir construyendo el color poco a poco a poco. Para esto la paciencia
prueba ser la mejor de las virtudes.
Aun así, es inevitable que el color de la piedra cubra algunos de los surcos que representan el mortero, ya sea porque algunos son poco profundos o porque
uno no pudo siempre mantener la posición del pincel lo más horizontal posible, o éste tuviera pintura en exceso a veces. Lo que se hace es sellar el acabado
acrílico con una mano de pintura incolora transparente opaca (mate) de base de solvente orgánico en aerosol (seguir instrucciones del fabricante en cuanto a
ventilación o uso de respirador), que en este caso ha sido "Matte Finish" de la marca Krylon. Una vez sellada la sellada la superficie, se diluye en agua un
poco del color de mortero, en una dilución algo espesa a la cual se le agrega una gota de jabón líquido para lavar platos, y con un pincel de punta muy fina
se va aplicando sobre los surcos, dejando que la pintura vaya fluyendo por ellos.
La fina punta del pincel se coloca sobre un surco, sin deslizarla, de forma que el pincel tienda a estar perpendicular a la superficie, y esto permite que la pintura se distribuya a lo largo de los surcos. Los excesos de pintura que caigan sobre las piedras se limpian con una pequeña torunda de algodón. En algunos casos en que los surcos no sean muy profundos puede ser necesario retocar con la pintura pura y un pincel muy fino.
El color base de las piedras se hizo con dos tonos de gris oscuro, y el resultado es el que se ve en la tercera y sexta fotos de esta serie. Sin embargo, para dar un aspecto más policromático y natural, se aplicó también mediante la técnica de pincel seco, al azar y en mínima cantidad, pintura tipo óleo de tubo. Se utilizaron siena natural y siena tostada para representar óxidos de hierro en la piedra. Ver foto 16, a la derecha, y comparar el color de la piedra con la foto 15, que está encima. La razón para usar óleo en este caso ha sido que esta pintura, a diferencia del acrílico, es de secado muy lento y se le puede distribuir muy finamente, en especial si una vez aplicado con pincel seco se pasa un dedo sobre la superficie. Esto permite que no se vean zonas del puro color del óleo, y que el resultado sea un cambio liviano de tonalidad. No es problema el que algo del óleo cubra partes del mortero, pues esto le da un buen efecto de envejecido. Una vez aplicado el óleo, se hace otra aplicación de pintura en aerosol incolora de base de solvente orgánico para sellarlo. No todas las piedras son opacas, y algunas tienen un cierto brillo. En este caso se utilizó una pintura ligeramente brillante, el acabado satinado "Satin Finish" de Krylon.
Cuando ya tenía todo listo y pintado para comenzar la instalación así como el ensamblado final, y haciendo pruebas para ver el calce correcto de las piezas sobre el terreno, se me cayó al suelo el pilar central. Una esquina de éste quedó molida. Fácil solución: enmascarar alrededor de la zona dañada, aplicar un poco de yeso, darle forma con la espátula, dejar secar, lijar para emparejar, volver a esculpir el detalle de los surcos entre las piedras, y pintar.
Dado que el puente anterior era de mayor longitud que éste, y que la altura del pilar central también era distinta, fue necesario eliminar la estructura de madera que había debajo y construir una nueva. Cabe notar que esta estructura es la unión entre dos bastidores independientes. Como que en mi país, Costa Rica, los sismos son cosa común, el puente doble anterior se había desprendido parcialmente de su base un par de veces en su pilar central cuando hubo temblores pues era el punto más débil en la unión entre los dos bastidores.
La nueva unión se hizo con características anti-sísmicas, permitiendo cierta flexibilidad de acomodamiento ante las fuerzas de las sacudidas en distintas direcciones que se presentan en un temblor de tierra, así como una distribución de esas fuerzas hacia las patas de los 7 bastidores, las cuales al ser gruesas reglas 2x4" permiten una adecuada absorción de éstas. Todas las uniones están atornilladas y encoladas. Está hecha con una viga compuesta por una regla de madera 1x4" con la parte ancha en posición horizontal, que en los extremos cuelga atornillada a dos cabos de madera 1x4" que están atornillados a los marcos de los bastidores. En la parte central hay otra regla 1x4" en posición vertical que sirve de columna para apoyar la viga sobre una base compuesta por otra regla 1x4" en posición transversal entre otras dos reglas unen abajo las patas de los extremos de los dos bastidores. Esa columna impide que el peso del puente y el terreno que descansan sobre la viga la lleguen a deformar. En la base y en la parte superior de esa columna inferior a ambos lados anchos hay un total de cuatro cabos de madera 1x4" cortados en forma de triángulo para coadyuvar en la adecuada distribución de fuerzas. La madera utilizada es la misma de los bastidores, de origen local llamada cenizaro, que por su dureza, grano fino y elasticidad es considerada en mi país como la más fina para la construcción de casas y bastidores de muebles.
En la foto a la izquierda se observa la parte superior de esa unión entre los bastidores. La línea férrea (vía K Märklin H0 #2005 flextrack 900 mm) está en su lugar pues servirá de guía para determinar la posición correcta para el puente. En la zona central se ve la base para el terreno de aproximación al puente hecha en madera 1x4", con un refuerzo longitudinal del mismo tipo de tabla con lo ancho en posición vertical debajo de la tabla sobre la que descansa la base de la línea. La base de la línea es madera de balsa de 1 cm de espesor, a la cual se le han hecho cortes inclinados longitudinales para servir de talud (la madera más clara). La tabla en posición vertical que se ve en el centro de la foto, por detrás en su base tiene otro elemento triangular para canalizar las fuerzas de un temblor hacia el bastidor que se ve al fondo con paisaje, reduciendo las sacudidas contra el puente.
En la parte inferior de la foto se ve un cabo de madera cuadrado con un cuadro blanco encima, el cual es de espuma de la que se usa para platos y recipientes térmicos desechables. Esa es la base para el pilar central del puente. Si se amplifica la foto, se pueden ver dos líneas trazadas que se cruzan en ángulo recto, constituyendo la guía para centrar en posición correcta el pilar del puente. En el puro centro de la foto justo donde la línea férrea queda en el vacío, hay otra tirita blanca de espuma térmica. Su función, al igual que la del cuadro blanco antes mencionado, es que por ser de espuma térmica, sirven de amortiguadores para reducir el impacto de los sismos contra el puente. El puente lleva ya cinco años de haber sido instalado, y este sistema de amortiguación ha funcionado a la perfección: no han habido ni desprendimientos de piezas, ni se ha rajado el yeso.
El ensamblado final comienza uniendo con pegamento epóxico el cuerpo central del puente con el pilar. Este pegamento no solo ofrece un muy alto grado de adhesión, sino que además confiere gran elasticidad a la unión, lo cual es muy deseable para una máxima resistencia a los sismos, tal que no haya ni desprendimiento ni rajaduras en un sismo fuerte. El pegamento se debe poner en el puro centro de las dos superficies que se van a pegar, alejado de los bordes para que no se derrame hacia afuera pues eso arruinaría el detalle que ya se ha pintado. El calce de las piezas no es perfecto y al pegarlas queda una rendija entre ellas, la cual se rellena con yeso. Se usa una espátula en forma de cuchara de albañil para colocar pequeñas cantidades de yeso en la rendija. Se le compacta y da forma con un palillo de dientes plano y otro redondo.
El palillo plano también sirve para retirar el exceso de yeso. Con una pequeña torunda o palillo aplicador de algodón humedecido y otro seco se limpia cualquier otra traza de yeso para que no se manche el trabajo de pintura. Luego el relleno de yeso se debe pintar con el color del mortero.
Las piezas que representan los bastiones del puente cumplen una función cosmética. Los extremos inferiores del puente se deben colocar sobre sendos cabos de madera (1x4") que efectivamente servirán de bastiones. Como sistema de amortiguación en este caso se ha utilizado una tira de cartón denso. Una vez asegurado el puente con pegamento epóxico a las bases de madera, se procede a instalar las piezas que representan los bastiones. Estas piezas se pueden pegar a la madera con cola blanca (PVA). La rendija resultante se rellena con yeso como ya se ha hecho con la del pilar.
En la foto de la derecha se puede observar que se ha dejado una rendija considerable para que en su parte superior los extremos del puente no toquen la madera del bastidor ni la de la base de la línea férrea. La rendija se ha rellenado con dos tiras de espuma térmica como amortiguación, y como base para luego colocar balasto.